Bradley Shelcodt

Bradley es un joven de carácter desenfadado y pasota. No piensa la mayor parte de las cosas que hace o dice, simplemente actúa y se pasa el día fumándola o perdiendo el tiempo con alguna tontería que se le meta en la cabeza; digamos que es muy de hacer lo que le da la gana cuando y como le da la gana. Vive la vida sin importarse mucho por nada de lo que acontece a su al rededor, vive en su mundo sin preocupaciones, carpe diem, no se preocupa por el mañana, simplemente vive el hoy; y cuando las preocupaciones aparecen rápidamente sabe qué hacer, drogarse o emborracharse (a pesar de preferir lo primero); la solución más rápida y eficaz para olvidar y perderse en un mundo en el que todo parece más fácil. Aun así, para Bradley no es preciso que aparezcan preocupaciones para ir a por su siguiente dosis, pues como buen adicto que es, no tarda en volver a sentir la necesidad de consumir al poco tiempo de haberse colocado por última vez; pasando sino por sus ya más que conocidos procesos de abstinencia, los cuales le hacen pasar del paraíso al puro infierno. Odia las responsabilidades, teniendo una enorme falta de seriedad y tomándose la mayor parte de las cosas con un pasotismo sobrenatural. Es vago y olvidadizo, el trabajo o esfuerzo no existen en su diccionario, o si existen, los tachó tantas veces que rasgó la hoja; a no ser que se refiera a la música, cosa que disfruta como un niño con un juguete nuevo, así que no le supone esfuerzo alguno. Bromista, buenrollero y algo capullo, le gusta vacilar al personal aunque normalmente lo hace de buenas, solo que de vez en cuando algunas personas se toman a mal los chistes; pero quienes le conocen se echan unas risas con él y todo arreglado. A pesar de normalmente ir a su bola, también tiene bastante carácter, por lo que si le buscan demasiado le acaban por encontrar y cuando se cabrea la lía parda digamos, grita, rompe, insulta, golpea… pierde los papeles bastante por así decirlo; es cabezota y algo irracional, sobretodo si está de mal humor. En cuanto a su vocabulario destacan un repertorio de tacos, ostias putas y putas madres, entre otros, continuamente, siendo bastante poco delicado al expresarse. A pesar de tener un carácter fuerte, ser un poco cabroncete y el hecho de que le resbale la mayoría de las cosas; Bradley es un buen tipo, leal, que cuida de los suyos y les protege, siempre pendiente de que se encuentren bien; también siendo una persona tierna y cariñosa con los que aprecia, poseyendo una gran sensibilidad. Es una persona empática a pesar de su pasotismo, la cual se deja llevar siempre por su corazón, sentimientos e impulsos y básicamente nunca por su cabeza y el raciocinio… algo que debería replantearse.

Bradley nació en el Londres muggle (Inglaterra), hace 27 años, siendo hijo único de Drake Shelcodt y Emily Bummer, dos drogadictos que se conocieron en el mundo de la droga y que vivían a base de lo que ganaba el padre de Bradley, Drake Shelcodt, "trabajando" como dealer, gastando la mayor parte de ese dinero en consumir drogas y dejando muy poco dinero para mantener a su hijo. Su infancia fue pesada y con grandes carencias afectivas, acostumbrado a ver a sus padres en estado zombie en casa o peleándose a gritos y golpes.

En ese ambiente fue creciendo el pequeño, apoyándose únicamente en sus amigos, los cuales tampoco eran demasiados. Por esa época, Bradley comenzó a sentir que ocurrían cosas extrañas a su alrededor, cuando se irritaba los objetos que la rodeaban temblaban violentamente, cuando estaba especialmente contento las luces de la casa que estaban apagadas comenzaban a iluminarse levemente como si fueran cogiendo energía, y así diferentes acontecimientos. Sus padres no veían nada de aquello, pues estaban demasiado preocupados con las drogas como para prestar atención a su hijo, por lo que Bradley decidió esconder aquel secreto, convencido de que algo pasaba con él.

Todas esas dudas se vieron resueltas cuando el verano de su décimo primer año, un hombre de aspecto excéntrico, para lo que era la moda muggle, apareció en el umbral de la puerta de los Shelcodt con una carta para Bradley. Aquel hombre, vestido con una túnica morada, un gorro puntiagudo que caía de lado con una pequeña borla colgando de la punta y una larga barba dorada, se trataba de, ni más ni menos, que de un mago, para ser exactos un trabajador del Ministerio de Magia del Mundo Mágico. Éste curioso señor explicó a Bradley que el joven era un mago; que había sido aceptado en una escuela para gente como él, Hogwarts, donde le enseñarían a manejar y controlar sus poderes. También calmó a Bradley respecto a todos los sucesos vividos diciéndole que era normal, pues eran las primeras muestras de magia del chico.

Así fue que a los once años, finalmente entró en Hogwars, algo por lo que el joven estaba contento, pues quería salir de aquella mierda de casa depresiva y conocer el mundo mágico, a pesar de que sus padres veían todo aquello muy raro y anormal, no apoyándole mucho que se dijera. Fue seleccionado para la casa de los tejones, Hufflepuff; no tardando en hacerse fama de alumno problemático, nada estudioso y drogado entre otras cosas, pasando bastante de las reglas y de esforzarse por las cosas y viviendo más el día a día de una forma completamente de relax.

Tras graduarse decidió marcharse de casa harto de aguantar ese ambiente familiar, consiguiendo trabajos esporádicos y teniendo que acabar por vivir en la calle a partir de los 23 años, no teniendo dinero para mantenerse debido a su toxicodependencia y a que los trabajos que conseguía cada vez eran menos y peor pagados, siendo también echado de ellos por el mal aspecto con el que aparecía para trabajar.

Actualmente, con 27 años, gracias a la ayuda de la directora de Hogwarts fue aceptado en la escuela como guardabosques para después serle ofrecido el cargo de profesor de CCM debido a su gran aptitud para con ellos y a que siempre fue la asignatura que mejor se le dio, teniendo un instinto natural con los animales. Por su parte, Bradley se comprometió con la directora a dejar las drogas.

- Drake Shelcodt, padre, muggle, 47 años, dealer, drogadicto.
- Emily Bummer, madre, muggle, 45 años, drogadicta.