A little training || Neyra Bross

por **James S. Potter** Sáb Mayo 30, 2015 8:18 pm

Las clases de la mañana y el almuerzo ya habían pasado, por lo cual tenía toda la tarde libre. Luego de haberse aburrido durante la mayoría de las clases y de no saber cómo hizo para no dormirse, James se dedicó a caminar un poco por los pasillos tras una buena comida. La verdad era que tenía muy pocas cosas para hacer, además de que también habían pocos estudiantes en los pasillos, pues la mayoría parecía haber optado por dirigirse a sus salas comunes luego de haber comido. Él también habría hecho lo mismo tras recorrer los pasillos y ver que no había nadie, si en ese mismo momento no se le hubiese ocurrido entrenar un poco.

Primero comenzó a buscar a alguien de Gryffindor que lo acompañara a entrenar, a pesar de que ya se había recorrido los pasillos y no había encontrado a muchos chicos de su casa, ni menos que pertenecieran al equipo de qudditch. Para su sorpresa, logró encontrarse con un par de chicos que estaban dispuestos a entrenar con él. Así que los tres se dirigieron al campo de Quidditch, donde al llegar se dirigieron a los vestuarios y se cambiaron poniéndose el uniforme de entrenar, pues al menos con el uniforme estarían más protegido si llegaban a caer de sus escobas.

Tras cambiarse su ropa y ponerse el uniforme, salió de los vestuarios con su escoba en mano para luego colocarla entre sus piernas, dar un golpe al suelo con su pie y elevarse e ir a colocarse frente a los aros... El estadio se encontraba en completa soledad, al menos, no parecía que alguien más se encontrara entrenando y a simple vista, no lograba verse nadie en las gradas. Aunque en realidad solamente dio una rápida mirada, por lo cual era fácil que alguien se encontrara allí pero, como no se molestó en fijarse mucho, no logró ver a nadie.

por **Neyra Bross** Jue Jun 04, 2015 4:27 pm

Estaba pensando en como era unas de las cosas que odiaba que algunos fueran mal educados, siempre pasa lo mismo no me gusta que sean mal educados me llenaron de Jugo de Calabaza en mi uniforme odiaba que me hiciera eso me iba de ahí tratando de controlarme necesitaba tranquilidad para que no me enojada mucho estaba caminando con mi libro al Campo de Quidditch era tranquilo y tenía mucho armonía a parte me gustaba mucho el Quidditch, me sentaba unas de las bancas mientras me sentaba miraba el libro y lo abrí el primer página mientras leía con toda la tranquilidad.

Cuando andaba leyendo oí unas voces y era unos chicos de Gryffindor miraba sus uniformes de Quidditch que eran rojos con negro notando de que casa era, deje el libro un lado y miraba cada paso que hacían ya que lo hacían para divertirse de repente un jugador hizo un truco muy brutesco cosa que le envío al Guardián por lo menos no lo lastimo mientras mire sería al jugador que era un cazador - Ten cuidado pudiste lastimar a alguien - gritaba con todas mis fuerzas mientras los chicos de Gryffindor me miraban, negaba mientras me sonrojaba había llamado la atención mientras recogía mi libro y me iba para que no se dieran cuenta que llamaba la atención en mi rostro -

No me gustaba llamar la atención detestaba que cuando decía las cosas me miraban como de ¿Qué onda? si no era normal corregir a alguien pero lo hizo mal, le dio Brutesco y a parte fuerte que se puso lastimar a alguien no era como Bludgers pero de todos modos pudo lastimar a alguien ese tiro como lo dio, ya estaba abajo donde estaba el pasto cuando de pronto me detuvo por un segundo pensando en porque me fui así si se supone que no quería llamar la atención "¡Rayos Neyra! ¡Bravo llamaste mucho la atención!" me regañaba a mí misma en mi mente.

por **James S. Potter** Mar Jun 09, 2015 9:02 am

El quidditch era algo que James amaba y esperaba que su equipo pudiese ganar aquel año pues, ya que era su ultimo año en Hogwarts, esperaba poderse graduar con el dulce sabor de una victoria. Además, tampoco era algo extraño que al mayor de los Potter le gustara ese deporte ya que la mayoría de sus tíos e incluso su propia madre habían pasado por el equipo de Quidditch de Gryffindor durante su tiempo en Hogwarts, además de que su padre y su abuelo también habían sido jugadores... Entonces, que uno de los principales gustos de James, sea el quidditch, no es nada raro.

Aquella tarde no tenía nada que hacer, por lo cual se decidió a buscar dos chicos más del equipo de Gryffindor que trataran de acompañarlo, logrando encontrar a dos para su sorpresa ya que a esa hora de la tarde no había muchos chicos en los pasillos. Entonces, tras haber llegado al campo de Quidditch y cambiarse sus ropas por los uniformes de entrenar, los tres leones subieron a sus escobas y se pusieron en sus posiciones; James se preparó frente a los tres aros para bloquear cualquier tiro que los otros dos enviaran. Y así comenzaron a entrenar. Al principio, solamente eran varios pases los otros dos chicos y uno que otro tiro hacia los aros, los cuales algunos James lograba bloquearlos y otros no. Sin embargo, en uno de esos tiros que uno de ellos le envió a James, el chico hizo un truco bastante brusco y luego lanzó la quaffle a los aros. Potter logró bloquearlo con su escoba, pero el truco y el tiro habían sido tan bruscos que por poco no lo tiró de su escoba.

Ninguno de los tres pudo percatarse de que alguien más estaba en las gradas y que vio perfectamente cómo ese chico le lanzaba la pelota a James, por lo cual enseguida gritó que tuviera cuidado. Eso los hizo detenerse y mirar en dirección en la que el grito se había escuchado, logrando ver a una chica en las gradas, que enseguida había decidido irse en cuanto ellos tres la habían visto. Tras ver que la chica se iba, el entrenamiento quedó terminado en ese momento, al menos para James, que decidió seguirla.

Se acercó a la chica y aterrizó con cuidado al momento de llegar donde estaba ella, y luego bajó de su escoba. —Gracias, pero no hace falta que te preocupes tanto por mí— le dijo el castaño mientras la miraba sonriendo. Aunque estaba de acuerdo en que lo que el chico de Gryffindor había hecho era algo bastante peligroso y que podría haber lastimado a alguien. —Soy James, por cierto. James Potter— se presentó, a pesar de que a esa altura, que alguien no hubiese oído de él o de sus amigos, era algo bastante raro.